Hay veces que tardo semanas en mandar un correo electrónico de un par de párrafos. Lo dejo ahí, viendo pasar los días sin presionar el botón de enviar. El tiempo que pasa me pone más y más en un aprieto. Me encuentro con frecuencia rehuyendo...
Hay veces que tardo semanas en mandar un correo electrónico de un par de párrafos. Lo dejo ahí, viendo pasar los días sin presionar el botón de enviar. El tiempo que pasa me pone más y más en un aprieto. Me encuentro con frecuencia rehuyendo...